dissabte, 21 de maig del 2011

Lo echo, echo está...


Salí de allí con mi poción decidida a dárselo al que me destrozo el corazón, al llegar a palacio, les dije a la seguridad del rey que me dejaran bajar a las celdas, no querían, mi seguridad era prioridad para el rey, y había restricción en que yo bajará.

Esa misma noche cuando todos dormían, Salí de mis aposentos y me fui directa a las celdas, había un guardia medio dormido con las llaves, así que con sigilo se las cogí y me fui.
Bajando las escaleras de ese sitio macabro, miraba la poción, pensando que no lo iba a hacer, yo no era así, prefería verlo allí encerrado de por vida, que verlo convertido en algo peor, baje el ultimo escalón, y allí estaba, demacrado, delgado, con los ojos fundidos en tristeza y soledad, sucio, con un olor fuerte i desagradable, al lado de las rejas había una mesita con una jarra de agua y un vaso, lo llené i le dije que si quería un poco de agua, me miro, se le iluminaron esos ojos verdes, me dijo que le sacara de allí, que me quería, que no quería hacerme daño, que no sabia lo que hacia, en ese momento me di cuenta de que la gente no cambia, siempre con ese victimismo, así que le di la espalda sin darle el agua y sin que se diera cuenta le metí la poción dentro del vaso, y con una media sonrisa se la di…

Me fui corriendo escaleras arriba, llegue a mis aposentos salí al ventanal, tenia nauseas, que estaba haciendo? Pero lo ice, con la mirada perdida, me pregunte en que se convertiría, en el silencio de la noche se oyó un estruendo, la gente de palacio salían corriendo de sus habitaciones, preguntándose que era ese ruido, de donde venia, yo asustada mire desde el ventanal donde estaba y en el cielo oscuro vi a un dragón enorme de color negro, echando fuego por la boca, exhaustada pensé, ese era el? En un dragón? Porque? La poción salio mal? Se volvería contra mi?

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

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