diumenge, 22 de maig del 2011

Soy una princesa con todo lo que conlleva serlo....

Al día siguiente, aun exhausta de ver a aquel dragón de color negro, me fui a ver a la mujer hechicera para que me diera explicaciones de que por que se había convertido en eso.
Al llegar a esa casa destartalada la puerta se abrió sin que yo llamara, entre, la mujer me dijo que me sentara, que sabia que iba a venir, me dijo que no era normal que se hubiera convertido en un dragón, que lo normal, seria un bicho raro y feo, me pregunto como lo hechice, se lo dije, me dijo que si al echar la poción tenia sentimientos de culpa, le dije que no estaba segura de hacerlo, que antes me quise arrepentir de ello; los hechizos se tienen que hacer estando seguros de si mismos sino salen mal, entonces me miro y me dijo que mi destino de depararía algo muy malo, que estuviera preparada para lo que pudiera pasar, el dragón buscaba venganza y que no tardaría en llegar.

Salí de allí descolocada y sin aliento, que desgraciada, no podía tener un poco de suerte, pero me lo busque, maldecía ese día, ahora tenia a un dragón con sed de venganza, sola, y sin tener a alguien a quien recurrir, así que como princesa que era, me dije a mi misma, pues a lo echo pecho, cuando viniera a buscarme allí estaría, no tenia miedo de lo que pudiera pasar, lo que no me faltaba era valentía.

Cuando llegue a palacio se lo conté a los Reyes, se quedaron helados, de que yo pudiera haber echo semejante cosa, tenia que estar muy dolida como para vengarme de una persona, así que mi padre el rey me puso vigilancia todo el día, siempre tenia que salir de palacio con alguien al lado, estaba agobiada de ese rollo.

Un día Salí con mis hadas madrinas a dar una vuelta por el valle, yo ingenua y sin saber que tenia a alguien siguiéndome, iba haciendo mi vida, se me olvido por completo aquel día, ahora estaba bien, aunque tenia algo en mi interior que no me dejaba estar tranquila, seria el remordimiento? De pronto todo se oscureció, yo asustada, no sabia lo que sucedía, mis hadas madrinas, me pusieron un velo protector para que no me pasara nada, empezó a tronar i a llover con fuerza, corrimos para palacio, pero no pude llegar, el dragón me estaba esperando, frente a frente, le pregunte si me venia a buscar, me dijo que si, pues aquí me tienes, contesté…

Así fue como acabé encerrada en un castillo, custodiado por ese dragón, el hechizo decía que hasta que no viniera un príncipe a salvarme no saldría de ese agujero, y que el dragón no me dejaría salir, pero no todas las historias son como nos las cuentan, ¿no?

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

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