dissabte, 23 de juliol del 2011

Princess is off


Hasta ahora todo iba bien, pero como hace días que no escribo nada, es porque no pasaba nada y ahora tengo demasiadas cosas que contar, pero hoy no lo haré, estoy demasiado triste como para pensar en historias, estoy cansada de que sea tan difícil ser princesa, la corona me esta costando ganármela, estoy apagada, estoy perdida, me dan por todos los lados, e caído si! pero volveré a levantarme, nadie podrá conmigo! yo soy mas fuerte que todos mis miedos, que todas mis ansiedades, que todos mis días malos y tristes, la suerte que tengo es que mi príncipe esta conmigo, me duelen los ojos de llorar, se que no será por mucho tiempo, pero ahora mismo no puedo! pensareis que soy dramática pero soy así de sensible con las cosas que me pasan, cuando tenga ánimos, seguiré con la historia, siento no poder escribir, pero estoy saturada, espero que lo compren dais!

(Nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dimecres, 22 de juny del 2011

Declaración...


La paz reinaba en palacio, después de todo lo pasado, estaba bien un poco de descanso, todo estaba en su lugar, ahora me parecían hasta aburridos los días, el príncipe haciendo sus cosas de príncipe, los reyes andaban por palacio arriba y abajo un poco nerviosos, sabía que pasaba algo pero me sentía tan en paz, que me daba igual, yo mataba el tiempo con Lucilda jugando en el prado y con Kali que no se separaba de mi lado, se tomaba muy enserio su trabajo, me agobiaba un poco, pero me sentía protegida, siendo princesa no sabes lo que te puede pasar.

En palacio todo el mundo especulaba, se oían susurros entre el servicio al verme pasar, le pregunte a Kali si sabía lo que pasaba,  el me lo negó, dudaba un poco en la negación de este, pero yo seguía a lo mío, al príncipe no lo vi en todo el día, que estaría haciendo? No se pero todo me parecía raro.

A la mañana siguiente, fuimos al pueblo con Lucilda y Kali a comprar cositas, me gustaban mucho las paradas, mirar las cosas que tenían y que hacían artesanalmente con sus manos, la plebe me veía, y  me regalaban objetos, no quería, se los quedaba la pequeña Lucilda. Al llegar a palacio me encontré con el príncipe vestido con sus mejores galas, me quede sorprendida, no entendía nada, me dijo que subiera a la habitación y me pusiera mi mejor vestido, yo sin decir nada subí las escaleras pensando que algo pasaba, abrí el armario y encontré mi mejor vestido, el azul que me regaló el, me vestí y bajando las escaleras en la sala grande, estaba todo el mundo mirándome en plan estrella, cuando pise el ultimo escalón, el príncipe me cogió de la mano y me abrazó, de golpe se puso de rodillas, yo sonrojada entendía lo que estaba pasando estos días, que tonta pensar que sucedía algo.

-          ¿Me harías el honor de casarte conmigo Princesa Sophie?  (dijo)

-          ¡Si!  (contesté)

Me puso el anillo, precioso de oro blanco con diamantes pequeñitos y bien alineados, en esos momentos me acordé que antes de que empezara la guerra me lo pidió, se me había olvidado por completo, con tantas cosas que pasaban, no sabía ni en que día vivía, todo el mundo lloraba de alegría, ya tenían ganas de preparativos y esas cosas, yo quería casarme en plan tranquilo sin que vinieran las familias reales de todos los países, Pero…

 (Nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

diumenge, 19 de juny del 2011

Kali

Aun en el barco intentando comprender lo que pasaba, Kali me contaba que el príncipe contó con el para mi protección porque hacia años se conocieron en una batalla, fueron a robarle unas tierras, y acabaron repartiendo las millas de la tierra, y así se conocieron, me contaba que el príncipe paso por una etapa de su vida pirateada, pasaron momentos i viajes juntos, y se hicieron amigos, no me lo podía creer…

Kali no dejaba de ser un pirata, no confiaba en el, pero parecía amable, se le iba la pinza un poco, eso es que hacia días que no pisaban tierra, y el mar le izo estar un poco loco, tenia el rostro cansado, pelo largo y rubio, muy apuesto pero un poco sucio, olía a pólvora, ron y sal, mientras lo observaba me iba contando anécdotas de los viajes que izo con el príncipe.

Al final se cansó i volvió a palacio, quería retomar su vida anterior y buscar una princesa que le hiciera feliz.

Me dijo que el había sufrido mucho por amor, que tenia a una mujer que la quería mucho pero que no pudo ser, me sorprendía viniendo de un pirata, le atormentaba esa mujer, el quería estar con ella, pero ella no quería, pero aun así no dejaba de seguirle en todas las cruzadas, y el se sentía impotente de no poder hacer nada, me contaba que conoció a otras mujeres pero que ninguna como ella, nunca había querido a nadie igual, tenia el corazón roto, pero tenia que seguir para adelante, no quería rendirse, el creía en el amor.

Me dijo que lo pasó muy mal, que la quería con locura, pero ella no se dejaba querer, después de lo que me contó, tenía otra visión de aquel pirata, tenia corazón, amable, sensible, no parecía a los típicos, malotes y que solo saben robar…

Le di una oportunidad para que dejara los mares, y se viniera conmigo a palacio como el protector de la princesa, cuando acabara la guerra si quería podía quedarse allí, me dijo que se lo pensaría. Amarramos el barco en un pueblecito al lado de las tierras de palacio, a lo lejos vi un bote con uno de los mensajeros del rey, me entregó una carta, yo asustada esperando lo peor, ponía en la carta, que la guerra había acabado, que podíamos volver, el príncipe me esperaba, llore lagrimas de alegría, podía volver, la verdad es que el barco me mareaba un poco, pero tenia buena compañía.

Llegamos a la costa, el príncipe me esperaba con los brazos abiertos, y en un abrazo y un beso lo pude sentir otra vez, estuve 3 días en alta mar, que ganas de pisar la arena, y volver a sentir que alguien me esperaba, le dije al príncipe lo que le había comentado a Kali de quedarse en palacio, a el le parecía bien, eran amigos de toda la vida.

Kali cogió la oferta y se quedó con nosotros como protector de la princesa…

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dijous, 9 de juny del 2011

Fin de guerra, piratas?


El día llegó! Mi príncipe me preparó el caballo y me dijo que me fuera a la costa del reino, que allí me esperaría un barco, para llevarme y estar mas segura, que allí estaría mi protector.
Los reyes se fueron a otro reino, solo quedaba el ejercito del príncipe esperando al de Sir Domus, habían cientos de ellos, la que se podía librar era buena! El príncipe no tenia miedo, todo lo que esperaba ya lo había decidido, de pronto la tierra se movía al compás de los pasos de los guerreros y el galope de los caballos, ya venían, me tenia que ir! Le di un beso y me fui.

Los guerreros de mi ejercito estaban alineados delante del portón del castillo, a lo lejos veía solo el polvo de la tierra, y entre esa niebla el ejercito de Sir Domus, en un momento se pararon, yo di el alto a los míos, de pronto veo una silueta acercándose hacia mi, yo al mismo tiempo hacia lo mismo, nos paramos frente a frente, me dijo que me rindiera, que no tenia nada que hacer, entre una carcajada le dije, que no iba a ser posible, que iba a luchar hasta el final, que ante todo estaba el honor y el respeto por mi princesa y el reino, como quieras… me dijo, comenzó atacándome desprevenido, con una espada de empuñadura de oro, no como la mía que era sencilla, pero que tenia la misma fuerza, los ejércitos empezaron a correr, uno contra otro, en ese momento solo se veía una nube de polvo, los arqueros, los jinetes, y los guerreros todos a una.

Galopé hasta la playa, entre lagrimas deseaba que acabará pronto este infierno, la duda me corría por la mente, quien seria ese protector? Un amigo del príncipe o solo un contratado? Llegué a la playa, a lo lejos vi un barco muy poco convencional, no era de la realeza, tenia las velas negras i rotas, en ese momento un miedo corrió por todo mi cuerpo, PIRATAS? No entendía nada de lo que estaba pasando, el barco amarró en la playa, y de el bajó un individuo, era alto pelo largo y oscuro, llevaba botas altas, en las manos y en los brazos tenia unos tatuajes, se acercó a mi, yo temblaba de miedo, querían robarme, o secuestrarme.

Se presentó con una reverencia, Princesa! Soy su protector… me desmayé…

Seguía luchando, por ese reino y por la princesa, mis hombres Iván cayendo y los suyos también, me flaqueaban las fuerzas, con heridas profundas, sudoroso y con sed no me rendía, hasta que le quite la espada, y en el suelo le dije que se rindiera, que ya era mío! Los ejércitos pararon la batalla al ver que todo había acabado, los otros se rindieron, Sir Domus no tenia nada que hacer, le perdone la vida pero a cambio le dije que desapareciera de estas tierras y que no volviera mas, que dejara constancia en su reino que había perdido la batalla.

Al despertar estaba en un camarote del barco, aturdida me levanté de esa cama de piedra donde me había despertado, me asome por una ventanita que tenia, vi a los piratas trabajando en ese barco tétrico, y al individuo que me había ido a buscar, salí con miedo de allí, temiendo, sin entender, el Pirata vino hacia mi, me pregunto si estaba bien, aturdida, le dije.

Se podía saber que estaba pasando? Lo que me faltaba eran piratas! Le dije que se presentara, soy Kali, capitán y Pirata de este navío, soltó!  Yo aun aturdida le dije que me explicara, que es lo que pasaba, por que un Pirata tenia que ser mi protector?  Que relación tenia con el príncipe? 

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

Declaración de amor en tiempos de guerra.

La cosa estaba que ardía, la declaración de guerra no era broma, iba enserio! Los hombres del pueblo se unían al ejercito del rey, yo no sabia donde meterme, la que había liado!
Desde el ventanal de mi habitación veía como se entrenaban, con las espadas de acero, que al chocar chirriaban y echaban chispas, mi príncipe se lo tomaba enserio, pero no tenia mucha fe en el ya que Sir Domus tenia un ejercito bastante mas grande y fuerte, íbamos a morir todos y yo me quedaría con el príncipe equivocado.

El día se acercaba y el ambiente estaba tenso, el príncipe no se alejaba de mi, no quería dejarme sola en esa situación, me dijo que si caía en la guerra, que no me fuera con Sir Domus, que quería mi felicidad por encima de todo, pero no con el.
Estábamos cenando en el salón principal con toda la familia, seria la ultima vez que lo vería? Ya no podría oler su perfume? Despertarme cada día a su lado? Todas esas preguntas me daban vueltas en la cabeza, de fondo oía al príncipe hablar del honor, el respeto, de la valentía que tenían los hombres del pueblo al unirse a el, el rey estaba orgulloso de su hijo! La reina sufría en silencio, mientras yo en mi mundo, pensando que difícil ser princesa.

Nos quedamos solos en el salón, i entre lagrimas me dijo que me quería mucho, que le diera fuerzas para superar esta guerra, que estuviera a su lado en todo momento, no quería que en tiempo de guerra estuviera en palacio, que ya se ocupó de eso, me dijo que tenia un protector amigo de el, el cual me cuidaría mientras estuviera luchando, no me podía quedar en palacio? Quería estar a su lado! Subiendo las escaleras hacia la habitación, me pregunto si quería casarme con el, me quede helada, (dos peticiones en tres días, que fascinante!) le dije que ¡SI!

Me besó, tenia los labios cálidos, mientras me acariciaba el rostro sonrosado, sentía ese beso como una despedida, con los cuerpos desnudos, nos entrelazamos en una noche de amor y dulzura, entre las sabanas de seda y a la luz de la luna que asomaba tras el ventanal, las siluetas de nuestros cuerpos se unían en uno….

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dimecres, 1 de juny del 2011

Sir Domus...

Los juegos estaban apunto de empezar, mi príncipe estaba guapísimo con la armadura y el caballo, estaba tan enamorada de el! Que alegría corría por todo mi ser, los ojos me brillaban al verlo, y la piel se me ponía como escarpias, pero no dejaba de pensar en ese misterioso príncipe al que tanto quería casarse conmigo, me hablaron de el, era poderoso, adinerado, todo lo que quería lo conseguía, educado, amable, tenia el reino mas grande de la zona, pero yo no lo quería, yo tenia a mi príncipe.

Estando en las paraditas mirando, con mi familia, alguien me toca el hombro, y se oyó una voz dulce, ni muy fuerte ni muy suave, que me decía: princesa Sophie! Me gire para ver quien era, ¡dios! ¿Era el? Alto, pelo oscuro, fuerte, guapísimo… se me arrodillo delante de todos y me dijo: ¡Encantado! Soy Sir Domus, caballero y príncipe de las tierras “Doartes” en la Italia mas profunda. 

Me quede sonrojada, tenia mi mano cogida, yo petrificada no sabia que decir, solo se me ocurrió decir: ¡hola! ¿Hola? “Pero que dices” en un momento todo se paró, con una sonrisa el me miró y me preguntó: ¿Me hace el honor de casarse conmigo? ¡diosssss! Quería salir de allí cuanto antes, correr, correr, y no parar pero estaba tan estática que no sentía las piernas.

De golpe se oyó un grito de guerra, a lo lejos vi., que venia mi príncipe a caballo con cara de pocos amigos, se paro ante el “teatrillo” que había montado Sir Domus, el aun arrodillado y yo con las mejillas sonrojadas y sin poder moverme, le preguntó que hacía, que, a que venia a su reino, ¿a quitarle a su princesa? El le contestó que “si”

Sir Domus le dijo a mi príncipe que el no tenia derecho a tenerme porque no era azul y era una deshonra, para todos los príncipes, mi príncipe enfadado, no podía escuchar mas sandeces de ese calibre, así que le reto a una de las justas, le dijo que, el que ganara se quedaría con la princesa, (típico), yo me opuse, yo ya tenia a quien quería, no hacia falta justas ni justos, entonces en uno de esos arrebatos del príncipe, le declaro la guerra a Sir Domus, yo pensaba “para que hablo” así que así estábamos, yo con un pretendiente, y el príncipe declarándole la guerra, a este…
Pero…

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dimarts, 31 de maig del 2011

un principe misterioso...


Llegaba el verano y el reino como cada año se preparaba para los torneos, y lo juegos, venían príncipes vestidos de caballeros, preparados para dar juego a la plebe y a la familia real, habían paraditas que vendían miles de cosas, me encantaba verlo, mientras mi príncipe desteñido se vestía sus mejores galas, yo andaba mirando esas cositas tan bonitas, siempre me llevaba algo, por tonta que fuera, a la reina también le gustaba pero no quería admitirlo.

Hacia mucho calor, las flores florecían, el cielo azul, ese olor a incienso que tenia una mujer en una paradita, estaba feliz y contenta, tenia ganas de que empezaran los juegos.

Como decía antes venían príncipes de otros reinos a los juegos, habían muchos que querían mi mano, se me acercaban para ver si seguía soltera, les decía que no, que ya tenia a mi príncipe, pero que no era azul, se reían, a mi me daba igual lo que pensarán, estaba enamorada de el, pero había uno que me dijo la reina que tuviera especial cuidado, porque era muy insistente en casarse conmigo, no lo conocía, pero me gustaba saber que alguien insistiera por mi.

Mientras estaba jugando con mi angelito Lucilda en el prado, con las flores, hacíamos coronas, yo pensaba que cuando tendría yo mi corona, aun esperaba la bendición de los reyes del príncipe, pero eso no me preocupaba ahora, ¿como seria ese príncipe tan insistente? ¿Seria el típico chulo que las quiere tener a todas? ¿Caprichoso? ¿Guapo? ¿Feo? Me sonrojaba al pensarlo, pero por otra parte me maldecía, porque yo ya tenia a mi príncipe…

¿Soñar es gratis no?

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

diumenge, 22 de maig del 2011

Soy una princesa con todo lo que conlleva serlo....

Al día siguiente, aun exhausta de ver a aquel dragón de color negro, me fui a ver a la mujer hechicera para que me diera explicaciones de que por que se había convertido en eso.
Al llegar a esa casa destartalada la puerta se abrió sin que yo llamara, entre, la mujer me dijo que me sentara, que sabia que iba a venir, me dijo que no era normal que se hubiera convertido en un dragón, que lo normal, seria un bicho raro y feo, me pregunto como lo hechice, se lo dije, me dijo que si al echar la poción tenia sentimientos de culpa, le dije que no estaba segura de hacerlo, que antes me quise arrepentir de ello; los hechizos se tienen que hacer estando seguros de si mismos sino salen mal, entonces me miro y me dijo que mi destino de depararía algo muy malo, que estuviera preparada para lo que pudiera pasar, el dragón buscaba venganza y que no tardaría en llegar.

Salí de allí descolocada y sin aliento, que desgraciada, no podía tener un poco de suerte, pero me lo busque, maldecía ese día, ahora tenia a un dragón con sed de venganza, sola, y sin tener a alguien a quien recurrir, así que como princesa que era, me dije a mi misma, pues a lo echo pecho, cuando viniera a buscarme allí estaría, no tenia miedo de lo que pudiera pasar, lo que no me faltaba era valentía.

Cuando llegue a palacio se lo conté a los Reyes, se quedaron helados, de que yo pudiera haber echo semejante cosa, tenia que estar muy dolida como para vengarme de una persona, así que mi padre el rey me puso vigilancia todo el día, siempre tenia que salir de palacio con alguien al lado, estaba agobiada de ese rollo.

Un día Salí con mis hadas madrinas a dar una vuelta por el valle, yo ingenua y sin saber que tenia a alguien siguiéndome, iba haciendo mi vida, se me olvido por completo aquel día, ahora estaba bien, aunque tenia algo en mi interior que no me dejaba estar tranquila, seria el remordimiento? De pronto todo se oscureció, yo asustada, no sabia lo que sucedía, mis hadas madrinas, me pusieron un velo protector para que no me pasara nada, empezó a tronar i a llover con fuerza, corrimos para palacio, pero no pude llegar, el dragón me estaba esperando, frente a frente, le pregunte si me venia a buscar, me dijo que si, pues aquí me tienes, contesté…

Así fue como acabé encerrada en un castillo, custodiado por ese dragón, el hechizo decía que hasta que no viniera un príncipe a salvarme no saldría de ese agujero, y que el dragón no me dejaría salir, pero no todas las historias son como nos las cuentan, ¿no?

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dissabte, 21 de maig del 2011

Lo echo, echo está...


Salí de allí con mi poción decidida a dárselo al que me destrozo el corazón, al llegar a palacio, les dije a la seguridad del rey que me dejaran bajar a las celdas, no querían, mi seguridad era prioridad para el rey, y había restricción en que yo bajará.

Esa misma noche cuando todos dormían, Salí de mis aposentos y me fui directa a las celdas, había un guardia medio dormido con las llaves, así que con sigilo se las cogí y me fui.
Bajando las escaleras de ese sitio macabro, miraba la poción, pensando que no lo iba a hacer, yo no era así, prefería verlo allí encerrado de por vida, que verlo convertido en algo peor, baje el ultimo escalón, y allí estaba, demacrado, delgado, con los ojos fundidos en tristeza y soledad, sucio, con un olor fuerte i desagradable, al lado de las rejas había una mesita con una jarra de agua y un vaso, lo llené i le dije que si quería un poco de agua, me miro, se le iluminaron esos ojos verdes, me dijo que le sacara de allí, que me quería, que no quería hacerme daño, que no sabia lo que hacia, en ese momento me di cuenta de que la gente no cambia, siempre con ese victimismo, así que le di la espalda sin darle el agua y sin que se diera cuenta le metí la poción dentro del vaso, y con una media sonrisa se la di…

Me fui corriendo escaleras arriba, llegue a mis aposentos salí al ventanal, tenia nauseas, que estaba haciendo? Pero lo ice, con la mirada perdida, me pregunte en que se convertiría, en el silencio de la noche se oyó un estruendo, la gente de palacio salían corriendo de sus habitaciones, preguntándose que era ese ruido, de donde venia, yo asustada mire desde el ventanal donde estaba y en el cielo oscuro vi a un dragón enorme de color negro, echando fuego por la boca, exhaustada pensé, ese era el? En un dragón? Porque? La poción salio mal? Se volvería contra mi?

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

Venganza o rencor...


Después de lo mal que lo había pasado, solo pensaba en venganza, llena de ira, me llevo a la conclusión de que algo tenia que hacer, que esto no quedaría así, se que después me sentiría mal, pero no se merecía solo la cárcel sino algo peor.

Muchas veces la venganza no lleva a ningún lado, pero quería verle sufrir como el izo conmigo, me destrozo lo poco que quedaba de mi corazón, poco a poco me hirió mis sentimientos, mis razones de amar, me volví fría, enfadada, siempre triste, sin ganas de tirar del carro, como puede alguien hacer tanto daño? Me quede anulada, sin saber, sin sentir, solo sentía rabia, perdida, no sabia por donde tirar, hasta que un día me arme de valor, salí de casa y me fui a ver a una hechicera, mis hadas madrinas me decían que no lo hiciera, que yo era una princesa de corazón puro, que no valía la pena… corazón puro? Roto, mas bien dicho.


Me adentre en lo mas oscuro del bosque, en busca de esa mujer, me habían hablado de ella, era malvada, no tenia piedad para nadie, a lo lejos, vi una casa destartalada, salía humo de la chimenea, con olores distintos, pero molestos, tenia miedo pero las princesas jamás se echan atrás, no se rinden; llame a la puerta, se abrió sola, con ese ruido a madera podrida, ahí estaba la mujer, con los ojos llenos de oscuridad, con ropaje roto i olvidado, tenia la piel sucia i dura como el acero; la casa por dentro estaba llena de estanterías con miles de pociones, animales muertos en frascos, tenia una serpiente como mascota, (o eso creía yo) me dijo que venia a hacer, que le quería pedir, le comente lo que me había pasado, i ella me habló de un hechizo que podría darme, pero a cambio de que?


Ese hechizo era para convertir a las personas en seres extraños, o en lo que yo quisiera, solo había un problema, si el hechizo salía mal, se volvería contra mi y seria yo la condenada.

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)


dimarts, 10 de maig del 2011

Mago y hechicero Josmus...

El Mago Josmus, era un hechicero, pero de las artes oscuras, la verdad es que tuvimos bastantes problemas con esos hechizos, el acabo mal, porque habían encantamientos en los cuales no se podía salir, me dijo que dejo las artes oscuras, y que quería tener una vida conmigo, como princesa idiota que era, le dije que si, y empezamos a vivir en mi casita como dos enamorados mas, pero no duraría mucho esa felicidad.

Empezaron otra vez los problemas, aparte de la convivencia claro! No trabajaba, todo el día durmiendo, hasta que un día, encontró un trabajo en el servicio del Rey (mi padre) parecía que las cosas marchaban bien, pero en ese servicio habían aspirantes a hechiceros, no me gustaba nada la idea, pero tenia toda mi confianza en el de que no caería otra vez en las artes oscuras, los días fueron pasando, veía al Mago Josmus un tanto extraño, siempre con excusas, salía muy tarde del trabajo, había días que no volvía a casa, decía que se iba con los otros aspirantes a tomar algo a las tabernas, yo mientras en casa sufriendo, otra vez estábamos, con las mentiras, las excusas, los engaños, la típica frase “no me pasa nada”, “estoy bien”…
Un buen día, llego un mensajero del Rey a mi casa, con una carta, en la carta ponía: “Josmus el Mago y hechicero, ha vuelto a las artes oscuras, por lo tanto i sin mas dilación, procederemos a encarcelarlo” atentamente: La excelentísima Seguridad del Rey”
Se me cayo la carta de las manos, me temblaba todo mi ser, caí de rodillas al suelo frío y húmedo por la lluvia de ese día, lloraba lagrimas de rabia y de sufrimiento, después de todo lo que ice por el, después de todo lo que había sufrido, todo eso en vano?  En ese momento mi corazón se fue rompiendo cacho a cacho, mi alma vacía, mis pensamientos mezclados entre el odio y la desesperación, pero esto no acabaría así, mi venganza estaba apunto de empezar...

(nadie dijo  que fuera fácil ser una princesa)

Mi palacio, mi familia...

Antes de estar encerrada en ese castillo, tenia mi propio reino, con mis padres, el Rey Julián y la Reina María, mi hermano el príncipe Máximo extraviado, con su plebeya Marianne  y su hija, el angelito Lucilda.

Todos vivíamos en un palacio mas bien pequeño, no era como otros, grandes y espaciosos, pero era humilde y honesto, éramos demasiados, la convivencia no era muy agradable, sobretodo con el Rey que quería tener su espacio, nos quería desterrar a mi y a mi hermano Máximo, nos decía que cuando nos iríamos de palacio… yo cansada de esa situación me busqué una casita, no quería meterme en otro palacio, así que en pocos meses me trasladé a esa casita, que era pequeñita, lo justo para mi.

En palacio no andaban muy bien las cosas, con Máximo y el Rey, el príncipe tenia un trabajo en la seguridad del Rey pero poco dinero, Marianne trabajaba en el mercado del pueblo, vendiendo pescado a los plebeyos, y la Reina y yo mientras criábamos al Angelito Lucilda.
Máximo como decía al principio era un príncipe extraviado, que no sabia lo que quería hacer con su vida, aparte de eso, y que tenia poco dinero, se lo gastaba en cosas innecesarias, quería ser un príncipe adinerado, cosa que no lo era, eso si, era muy trabajador, pero poco ahorrador y siempre se veía ahogado y sin poder pagar los gastos, Marianne harta de trabajar día a día para que luego no viera un plato en casa.

Un día, estando en mi casita, llamaron a la puerta, abrí, me quede helada al ver quien había al otro lado, era el Mago y hechicero Josmus, no me gustaban nada los magos, pero a ese le tenia especial cariño, estuvimos juntos en otro tiempo i volvió para estar conmigo, así que le di otra oportunidad...

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

dilluns, 9 de maig del 2011

Mi principe queria ser azul....

Los días iván pasando, y parecía que mi príncipe estaba mejor, pero tenia la corazonada que algo en su interior no le dejaba estar tranquilo, no se si lo hacía por obligación o porque realmente estaba bien conmigo, la verdad es que estaba inquieta, intranquila, sabia que esto no acababa aquí, que había algo mas, tenia esa sensación.

No se porque era tan difícil entenderle, tenia mil pensamientos en mi cabeza, aturdida, incomprendida, triste, así me sentía yo, aunque el estuviera mas por mi. Me llevaba por los prados, por los valles, los pueblos de alrededor y todo parecía mágico, me explicaba cosas de su vida, cosas que le habían pasado por esos senderos. me quería llevar a hacer un viaje, lejos de palacio, con las carrozas y pasar allí unos días, pero yo no quería, me daban miedo las carrozas, el insistía, yo le decía que no, que no iba a ir, que quería quedarme en palacio, estaba mas segura allí.


Mientras nos acercábamos a palacio, me iba explicando cosas de la bruja, quería arrebatarle lo que era suyo, yo le decía que estuviera tranquilo, que estaría a su lado, pasase lo que pasase, que juntos podíamos mover cielos y tierras enteras, que nada ni nadie le haría daño, mientras estuviese conmigo. 

llegamos a palacio i habían desvalijado el salón principal, la reina lloraba, y el rey indignado, nos contaron que habían venido la bruja y sus secuaces a llevarse todo lo de valor, y que dejaron un mensaje para el príncipe: “tienes que dejar el castillo y los alrededores, sino haré el hechizo y te convertirás en sapo otra vez”, no tenia opciones, sabia que algo mas iba a pasar, el ya no quería saber nada de ese castillo, solo quería deshacerse de la bruja y empezar de nuevo conmigo en otro palacio, otro valle, y tener caballo, quería volver a ser ese príncipe azul, que algún día existió…

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

diumenge, 8 de maig del 2011

¿Ese era mi príncipe?

Los cuentos de princesas, no solo tienen, príncipes, hadas, castillos, ni todo es de color de rosa, siempre hay una parte mala, con mi príncipe no es que fuera muy  bien, las cosas no andaban como me pensaba, no sabia lo que pasaba, estaba distante, a penas nos encontrábamos en palacio, y cuando nos veíamos era muy frío conmigo, sabia que le sucedía algo, así que decidí preguntarle que es lo que pasaba, me dijo que se encontró con la bruja de las manzanas envenenadas y le amenazó con quitarle el castillo, con un hechizo, y convertirlo a el, en sapo otra vez, a el le daba igual sus amenazas pero a mi me daba mala espina todo aquello, solo porque mi príncipe no era lo que fue al principio de la historia.

Quería entender, pero no sabia por donde tirar en ese asunto, estaba perdida, desubicada preguntándome porque yo?  porque otra vez tenia que ser una princesa que sufría, no tuve bastante con estar encerrada en ese castillo casi toda mi vida! Era injusto, sus problemas, los hacia míos, no me daba la oportunidad de ayudarle, quererle, estar a su lado en ese momento, en esa situación.

Decidí plantarle cara, i decirle todo lo que sentía, que si seguía así, prefería estar sola en mi castillo hasta que otro viniera a por mi, que no quería ser una princesa desencantada, que quería tener mi propio cuento de hadas con el, solo me decía que quería sacarse de encima a la bruja, que lo estaba pasando mal, y que lo entendiera.

Me tenia abandonada en palacio día tras día, mis hadas me decían, ten paciencia, pero yo de eso no tenia, mi corazón lloraba, las noches se hacían eternas, los días en palacio se hacían insoportables, casi no lo veía, ese era mi príncipe? De verdad tenia que pasar toda mi vida con el? Donde estaban esas cosas tan bonitas que me decías? Y ahora solo son palabras que se las llevó el viento! Enfadada, llena de rabia porque no entendía esa reacción hacia mi.
Yo era la princesa!!! no se admitían devoluciones de príncipes desteñidos, así que dejé pasar los días, pero yo veía cada vez mas lejos Mi reino...

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa) 


Las Princesas no lloran...

Como toda princesa, necesita un príncipe, que ya lo tenia, un vestido, una corona y como no mis hadas madrinas, estando en mi castillo encerrada, me aconsejaban que saliera de allí por mi misma, que los príncipes azules no existían, y que fuera en busca de alguno, pero por suerte me lo encontré. 
Mis hadas madrinas me decían  que no me precipitase con ese príncipe desteñido, que tuviera tiempo para mi, para mis cosas, mis sentimientos, pero tenia ganas de que alguien me quisiese, que estuviera conmigo, en lo malo y en lo bueno.
Si eres feliz y te trata bien, adelante pero ten cuidado, los príncipes desteñidos pueden hacer daño, mas si han tenido un pasado bastante desastre, todos hemos tenido un pasado eso no me importaba, lo que me importaba era el presente, mi príncipe y mi reino.
Las hadas madrinas estaban ahí siempre, aconsejándome, velando por mi felicidad, aunque a veces se hacían un poco pesadas, y siempre acababa haciendo lo que yo quería.
Un día mi príncipe me regaló un vestido, era precioso de color Azul, largo de seda, con una cola medio larga, con un azul mas flojo, me quedé sorprendida, me encantaba ese vestido, así que me lo puse.
Me dijo: "ya eres toda una princesa" yo le dije que no, que me faltaba la corona, entre una sonrisa me dijo que eso no lo decidía él sino los reyes, así que en pocas palabras me dijo: "te la tendrás que ganar"
Les comenté a mis hadas madrinas lo que me sucedió, me dijeron que las coronas no se daban así como así, que las princesas no lloran, son fuertes, aunque sea difícil, así que puse todo mi empeño para poder conseguirla...

(nadie dijo que fuera fácil ser una princesa)

Su reino, Mi reino...

Mi principe, aun desteñido por la lluvia, mientras caminabamos por el camino del bosque hacia su reino, me contaba cosas de su palacio, de los alrededores, de la gente que habia, de las tareas que desempeñaba, y de los reyes, me contaba que no fue fácil, que el tambien habia sufrido, le costó mucho encontrarme, me explicaba que en su reino, a las afueras, vivia una semi-princesa que de lo mala que era se convirtió en bruja, y que iva por los alrededores del palacio, vendiendo manzanas podridas.


Esa semi-princesa, ahora convertida en bruja, en su tiempo de princesa tambien buscó a su principe azul, lo encontró, pero de la mala vida que le daba al pobre principe se destiño y ella de la pena, la rabia y la maldad que habitaba en su interior, se fue deteriorando, hasta que un dia se vio sola, y de la soledad a la brujeria.


Como toda bruja mala, tenía a sus secuaces, que la ayudaban en todas las pociones, y a molestar a la plebe del pueblo, a mi principe i al reino entero, esa bruja no paraba de vender pociones ineficaces, frutas varias envenenadas. Su reino, Mi reino se desmoronaba.


Me prometió que acabaria con la bruja i los secuaces, pero que seria largo, me pidió paciencia, calma, que todo se iva a solucionar, y que Su reino, Seria mi reino.


(nadie dijo que fuera facil ser una princesa)

dissabte, 7 de maig del 2011

Principe desteñido y sin caballo... y encima llega tarde...

Yo era una princesa, encerrada en un castillo, custodiado por un dragón, esperando a mi principe azul, muchos habian venido a rescatarme de esa penumbra, pero ninguno lo consiguio, y acababan siendo sapos.
Un dia, harta de esperar, decidí salir por mi misma de ese infierno, corrí, corrí, sorteando trampas, mentiras, engaños, decepciones y dejar atras todos esos pasillos del castillo, que me tuvieron encerrada donde noche tras noche lloraba, y me preguntaba si un dia vendria...  

Tuve que enfrentarme yo sola con ese Dragon que no me dejaba vivir, queria llevarse mi corazón, mi felicidad, pero no pudo, fui mas fuerte y lo deje atrás entre lágrimas, despues de tanto tiempo con ese Dragon en mi vida, costó dejarlo todo y empezar de nuevo...

Me vi sola, en el bosque oscuro, pero un principe de vestimenta extraña se acercó a mi, nunca habia visto un principe desteñido y sin caballo... le pregunté, ¿y tu caballo? ¿y esa ropa? 
el me contestó que habia perdido al caballo, que habia venido corriendo, y de la lluvia se le habia desteñido el traje, no me lo podia creer... el me pregunto entre bocanadas de aire: ¿llego tarde? le dije que ya me habia rescatado a mi misma, y que no me hacia falta un principe. Decidí darle una oportunidad a ese caballero, que me prometio hacerme feliz, y entregarme su corazón,  asi fue como conocí a mi principe desteñido y sin caballo...

(nadie dijo que fuera facil ser una princesa)